Alba y David tenian muy claro que querían un lugar para su boda en el que no tuvieran que desplazarse y poder celebrar los momentos del día sin salir del mismo espacio. Por este motivo escogieron la finca de Torre Mirahuerta. La ceremonia civil, muy divertida coordinada por sus amigos en los jardines de la finca. Otra de las cosas que tenían claras desde el principio era una comida tipo coctel. Una fórmula cada vez más demandada que os permite disfrutar de una comida más informal y expontanea, además amenizada con música en directo. Si una de vuestras prioridades es disfrutar el espacio exterior y optáis por una comida en el jardín, una boda en Torre Mirahuerta puede ser una buena elección. Después de la comida, novios e invitados disfrutaron de una selección de postres en el salón interior. Para terminar el día una fiesta con juegos, charanga y mucha diversión en la carpa exterior puso la guinda a el gran día de esta pareja.