Javier y Lach tenían muy claro el estilo de foto que buscaban, una fotografía de boda original y espontánea. Otra de las cosas que tenían claras era comenzar el día juntos, así que decidieron vestirse solos y compartir ese momento de intimidad. Ya desde el inicio de los preparativos, se mostraron tranquilos y relajados, dejando espacio para bromas y risas. Los trajes que ambos llevaron fueron diseñados y confeccionados por uno de los novios, Lach. El resultado, unos trajes elegantes y únicos. El lugar que la pareja eligió para el enlace fue finca La Alquería. Una ceremonia muy emotiva oficiada por maestro de ceremonias Fernando Cebrián, y el posterior banquete, todo decorado con mucho detalle por parte de los novios. Tanto la pareja, los invitados como el entorno nos facilitaron el trabajo. Pudimos hacer lo que más nos gusta, una fotografía de boda original y relajada, captando el día de una manera natural. Lach es natural de Bulgaria, así que Javier,  decidió sorprenderle con un grupo de jotas para dar el toque Aragones.